En el campeonato mundial de Scrabble en inglés de 2004, Joel
Sherman de cuarenta años se reveló como el número uno luego de ganarle a Nigel
Richards, de Nueva Zelanda y a Jakkrit Klaphajone, de Tailandia (que si hubiera
armado su propio nombre hubiera hecho un millón de puntos). La victoria de
Sherman no fue sencilla: debió jugar sin interrupción durante cinco días. Entre
las palabras que le dieron el triunfo estaban "mu" letra griega,
"vug" pequeña cavidad en una roca y "helicoid" superficie
geométrica. La palabra con mayor puntaje le reportó 72 puntos y le permitió
sumar 445 sobre los 368 de Richards.
Sherman vive en el Bronx, el Harlem blanco, un barrio pobre de New York y no
tuvo un trabajo estable en más de una década. Sin embargo, no estuvo totalmente
ocioso: ya había ganado el campeonato mundial de Scrabble en 1997. "Es
todo lo que hago", dijo refiriéndose al juego.
El premio, de 25.000 dólares, le permitirá pagar sus gastos durante un buen
tiempo. Richards, que finalizó segundo, cosechó 10.000 dólares y Jakkrit,
tercero, se llevó 5.000. Los tres paladines de las letritas compitieron con
otros 700 aficionados de cuarenta estados de los Estados Unidos y de otras
partes del mundo.